Por Ariel Maciel - Sectores del comercio y la producción alertaron por la ruptura de la cadena de pagos como
consecuencia de la parálisis de la cuarentena, que se sumó a la débil
reacción que estaba teniendo la actividad luego de una larga recesión. La
primera consecuencia planteada por los empresarios es la necesidad de implementar un plan para evitar
una carga de deudas en locales y fábricas para poder pagar sueldos
hasta que se reactive el consumo y la actividad fabril.
Consultados
por BAE Negocios, los
dueños de comercios y fábricas admitieron que "hay muchos sectores en donde la cadena de pagos ya se encuentra rota",
por lo que reclamaron que exista "un esfuerzo conjunto para evitar que la
parálisis, que llegó a todos los sectores, incluso los exceptuados por la
cuarentena, tenga un efecto lo más moderado posible en los salarios".
El presidente de
los metalúrgicos de Camima, José
Luis Ammaturo, advirtió que "en la situación actual de freno de la
actividad económica, está
totalmente cortada la cadena de pagos de la industria y muchas pymes no tienen
recursos para pagar los salarios de marzo" y, en este
contexto, pidió buscar "una solución conjunta entre el Estado y las
empresas, para encontrar mecanismos que permitan cumplir los compromisos".
"Resulta
necesario establecer la suspensión de pago de las cargas e impuestos
nacionales, provinciales y municipales, porque hay muchas pymes metalúrgicas que no saben cómo van a enfrentar el pago
de salarios a partir del primero de abril próximo", sostuvo.
El secretario de la
Asociación Argentina de Fabricantes de Máquinas, Herramientas y Afines, Alberto
Pérez, pidió que se diseñe un plan
adaptado para que "las pymes puedan afrontar el pago de
salarios". "Fue muy importante el anuncio de ayuda a los
monotributistas y trabajadores informales. Ahora se hace necesario ayudar a los
empleados en blanco, porque las fábricas sin producir no van a aguantar a poder
sostener los salarios por mucho tiempo si se mantiene la parálisis",
sostuvo.
La demanda de alimentos y bebidas en supermercados y almacenes de barrio
se concentró en la primera semana del inicio de la crisis y ya tuvo efectos negativos en los últimos días,
según confiaron fuentes de Copal, en donde "sólo se venden productos de
primerísima necesidad, como fideos, polenta y arroz, mientras que el resto de
los productos están paralizados".
Otro caso de la
otra punta del ovillo es el de Calzado, en donde los comercios debieron cerrar por la cuarentena pero antes del
decreto presidencial las ventas ya habían sido de "desastre total".
"No se van a poder pagar alquileres ni obligaciones financieras o
impositivas si es que priorizamos los salarios, que hoy es lo importante",
le dijo a este diario el presidente de la Cámara Argentina del Calzado, Alberto Sellaro.
El presidente de la
FEBA, Alberto Kahale,
afirmó. "Vamos a necesitar la
ayuda del Estado para poder pagar los sueldos porque si un negocio
no vende, no puede pagar". El pago en cuotas de los salarios y atrasos en
los pagos de alquileres "es una realidad inevitable y todos vamos a tener
que tener la responsabilidad de entender situaciones porque "la economía
se cae como pasa en el mundo, pero lo importante es que se salven vidas",
sostuvo Kahale.
|