Por Rubén
Rabanal - Día de señales a empresarios e inversores sobre el futuro financiero
del país y el posible acuerdo con el Fondo por parte del oficialismo. Ese fue
el intento ayer del Gobierno en medio de las dudas que sigue generando en el
mercado y las empresas la negociación con el FMI y el futuro de
las reformas que el país deberá llevar adelante. Más después de una semana
de brutales caídas de los precios de los activos argentinos en todos los
mercados. El lugar elegido fue el Hotel Alvear, lejano en su calma afrancesada
a los modos y estilos del oficialismo, pero donde se habían reunido en
doble convocatoria los principales empresarios del país en otro almuerzo
convocado por el CICyP, con Juan Manzur como invitado
central, y a un piso de distancia en el mismo edificio representantes de la
Cámara de Comercio Argentino Española que querían escuchar a Eduardo Wado De
Pedro.
Como
sucede en estos almuerzos del CICyP, lo esencial sucedió en la previa, durante
el besamanos de ingreso. Allí estaban Javier Bolzico, presidente de ADEBA,
Mario Grinman, de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Iván Szczech de
la Cámara Argentina de la Construcción, Martín Cabrales, tesorero del CICyP,
Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Alejandro y
Betina Bulgheroni, Miguel Acevedo, Fabián Papini, tesorero de la Sociedad Rural
Argentina y Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina
(UIA) y del CICyP, entre decenas de empresarios.
Allí
De Pedro arrancó con algunas de las pocas definiciones que los empresarios le
arrancaron a los funcionarios. “Apoyamos la negociación que lleva adelante
Martín Guzmán con el FMI”, les dijeron allí el ministro del Interior y el jefe
de Gabinete.
Preguntas
Poco
después Manzur enfiló hacia el salón para el almuerzo seguido por Jorge
Neme, Gustavo Béliz y el propio Wado. Hubo
una pasada de De Pedro entre las mesas, saludos, pocas preguntas y algunas
definiciones y la despedida porque se iba un piso arriba a almorzar con los
españoles que estaban tan intrigados sobre las medidas del gobierno como los
argentinos que se sentaron alrededor de Manzur para comenzar a comer el cremoso
de coliflor con tartar de salmón ahumado, la ternera braseada con salsa de
hiervas y zócalo de vegetales y el cremoso de chocolate y praliné crujiente de
cacao y helado de frutas amarillas. En la elección de los vinos que se
sirvieron volvió a ganar Eduardo Eurnekian (no estuvo en el almuerzo) ya que se
sirvieron botellas de su producción en el sur.
Manzur
fue allí la voz del Gobierno y ante los principales empresarios aseguró que se sigue negociando con el FMI para llegar
a un acuerdo por la deuda y que continuarán en el camino de recomponer la
actividad económica. Esa promesa fue uno de los puntos mas concretos de su
mensaje de 50 minutos (un poco mas extenso que el promedio de los invitados a
estos almuerzos) y lo que querían escuchar los presentes.
“Vamos
a buscar por todos los medios un acuerdo con el FMI”, dijo Manzur al “círculo
rojo” reunido en el CICyP). De todas formas, como en todo, hubo un pero.
“Sabemos que ordenar el problema, resolverlo y concluirlo, nos va a llevar
tiempo” y en un giro para cargar con ese tema sobre la responsabilidad del
gobierno de Mauricio Macri reforzó: “quedará una carga histórica, al facilitar
una fuga de divisas irresponsable”.
En
tono calmo, como es habitual en el tucumano, intentó explicarle a los presentes
algunos puntos sobre la definición del capitalismo en el mundo, algo que
algunos recibieron con una sonrisa. “El capitalismo es el modelo
más eficiente para el desarrollo de nuestras energías productivas, pero tiene
su tendencia a la concentración, lo que limita la distribución de los
beneficios, por lo cual se necesita un Estado sólido y regulador que sostenga
los equilibrios necesarios”.
También
con referencias el peronismo, al que reivindicó dentro del capitalismo, aunque
con cierto reto para un sector de empresarios, dijo, que privilegian la
concentración.
Hubo
también reporte sobre la situación sanitaria. Manzur resaltó que más del 80% de
la población está vacunada con una dosis contra la covid-19 y más de 60% con
las dos dosis, lo que implica 36 millones en primer caso y más de 28 millones
con inmunización completa, y afirmó que “la avanzada campaña de vacunación nos
permitirá transitar mejor un posible rebrote”.
Pidió
a los presentes: “tenemos que multiplicar nuestras empresas exportadoras, y
aumentar la colocación de productos y servicios en cantidad y calidad”, aunque
sin precisar medida alguna para favorecer ese proceso y fijo un plazo: durante
2022 se alcanzará un nivel de ventas al exterior de u$s84.000 millones,
mientras para 2023 se prevé llegar a los u$s00.000 millones.
No
hubo mención alguna al mercado de cambios, la evolución del dólar o las
reservas. Cuando Manzur terminó su mensaje tampoco se registró la clásica ronda
de preguntas que en estos almuerzos los empresarios le hacen al invitado. Funes
de Rioja pasó elegantemente por encima de esa ausencia y terminó reforzando
gestos a funcionarios como a Neme, al que le agradeció su atención durante la
pandemia, o a Béliz a quien le reservaron el honor del brindis final.
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